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viernes, 18 de marzo de 2011

Japón eleva la peligrosidad de la fuga nuclear a cinco sobre siete


La comunidad internacional apremia a Tokio para que contenga Fukushima


Japón observó ayer a las 14.46 horas un minuto de silencio por los muertos en la catástrofe del pasado viernes, sesenta segundos suficientes para rezar también por el día de mañana.
Las fugas de la central de Fukushima no están siendo contenidas a pesar de que la lista de funcionarios y voluntarios heroicos que luchan sobre el terreno es cada día más amplia. Y no por ello suficiente. Tokio terminó por admitir ayer algo que la comunidad internacional ya sabía: la gravedad del accidente nuclear fue elevada a cinco puntos (del cero al siete), uno más de lo evaluado inicialmente, lo que equipara ya Fukushima con el accidente de Three Mile Island de 1979. Más cerca, pues, de los 7 puntos de Chernóbil, tragedia entre tragedias.
“Hemos estado diciendo con sinceridad la situación relativa al accidente, que sigue siendo muy grave”, afirmó ayer, a la defensiva, el primer ministro Naoto Kan, en una breve comparecencia ante la prensa emitida en directo por todas las cadenas. Pese al respeto a la jerarquía en lo social y lo laboral, no es Japón un país de primeros ministros fuertes, como lo demuestra que haya tenido uno cada 18 meses desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A la manera italiana, el país ha progresado pese a una inestabilidad política crónica que quizás ahora pasa una factura coyuntural. Naoto Kan es el rostro de Japón y sin embargo ayer, de nuevo, la grandeza del país estaba en los rostros y las actitudes del pueblo y no en las declaraciones del primer ministro, que dijo haber sido sincero en todo momento a preguntas de un periodista y en su parte diario.
La reevaluación del accidente nuclear estaba cantada y la tardanza sólo aumenta las sospechas de que el desenlace está también en manos de los vientos, la improvisación y el heroísmo de un puñado de japoneses (ayer, además de empleados de la compañía Tepco, la propietaria de la central de Fukushima, también participaron bomberos y efectivos de las Fuerzas de Autodefensa, ese simpático invento del Japón diseñado por el general McArthur al terminar la guerra). Unaccidente de cuatro en la escala internacional es aquel que tiene “consecuencias locales”. Los de cinco son aquellos de “consecuencias amplias”.
Otra paradoja de la jornada fue que un japonés advirtiese ayer a su país en el nombre de la comunidad internacional. El secretario general de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yuriya Amano, viajó desde Viena a Tokio para entrevistarse con Naoto Kan (no hubo, sin embargo, visita al perímetro de la central de Fukushima, donde otros japoneses se están sacrificando por la nación). Yuriya Amano apremió al Gobierno nipón para que intensifique la extinción de las fugas porque “esto es una carrera contra reloj”.
Ayer, la aviación militar actuó con más intensidad que en su debut del jueves, arrojando cincuenta toneladas de agua del mar en cuarenta minutos, mientras que seis vehículos especiales del cuerpo de bomberos (uno de ellos cedido por Estados Unidos) empezaron el dispositivo que permitirá lanzar agua sobre los reactores averiados. El humo blanco que desprendió el reactor número 2 de la central hizo temer que hubiese una mayor fuga radiactiva, presagio que no se cumplió según el parte de la Tepco, en cuyo resumen de la jornada se mencionó una “ligera disminución” de la radiactividad.
Entre tanto, un día más, los ciudadanos japoneses siguen mostrando un estoicismo inimaginable en países miembros del club de los ricos. Ni siquiera la perspectiva de un puente –el lunes es festivo– provocó escenas de éxodos tumultuosos al sur. Tokio aguanta, a media luz pero aguanta. Y el viajero que llega a Osaka, la segunda ciudad del país, sólo verá ese litoral industrial a la vieja usanza: un muestrario de chimeneas, hangares, naves industriales y silos de cemento. Apenas mascarillas, a diferencia de muchos periodistas occidentales.
En cierta manera, los muertos del terremoto y el tsunami son japoneses, mientras que los que pueda provocar la fuga nuclear, esos ya serán de todos, del mundo global. De momento, el desequilibrio es tremendo. El balance difundido ayer certifica 6.911 muertos por el seísmo y el tsunami, un récord en la historia del Japón de la posguerra, superando al terremoto de Kobe de 1995, cuando perdieron la vida 6.403 personas.
Pese a la conformidad popular, el primer ministro Naoto Kan repitió en su comparecencia nocturna ante las cámaras los tonos patrióticos de quien arenga a las tropas antes de la batalla de Trafalgar. “La situación es muy grave –dijo–. Estamos sometidos a una gran prueba y no dejaremos que el pesimismo nos venza. Vamos a crear un nuevo Japón”. Otra frase trampa del momento incierto que vive el país. ¿Es que acaso puede desaparecer?
Japón observó ayer a las 14.46 horas un minuto de silencio por los muertos en la catástrofedel pasado viernes, sesenta segundos suficientes para rezar también por el día de mañana.
Las fugas de la central de Fukushima no están siendo contenidas a pesar de que la lista de funcionarios y voluntarios heroicos que luchan sobre el terreno es cada día más amplia. Y no por ello suficiente. Tokio terminó por admitir ayer algo que la comunidad internacional ya sabía: la gravedad del accidente nuclear fue elevada a cinco puntos (del cero al siete), uno más de lo evaluado inicialmente, lo que equipara ya Fukushima con el accidente de Three Mile Island de 1979. Más cerca, pues, de los 7 puntos de Chernóbil, tragedia entre tragedias.
“Hemos estado diciendo con sinceridad la situación relativa al accidente, que sigue siendo muy grave”, afirmó ayer, a la defensiva, el primer ministro Naoto Kan, en una breve comparecencia ante la prensa emitida en directo por todas las cadenas. Pese al respeto a la jerarquía en lo social y lo laboral, no es Japón un país de primeros ministros fuertes, como lo demuestra que haya tenido uno cada 18 meses desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A la manera italiana, el país ha progresado pese a una inestabilidad política crónica que quizás ahora pasa una factura coyuntural. Naoto Kan es el rostro de Japón y sin embargo ayer, de nuevo, la grandeza del país estaba en los rostros y las actitudes del pueblo y no en las declaraciones del primer ministro, que dijo haber sido sincero en todo momento a preguntas de un periodista y en su parte diario.
La reevaluación del accidente nuclear estaba cantada y la tardanza sólo aumenta las sospechas de que el desenlace está también en manos de los vientos, la improvisación y el heroísmo de un puñado de japoneses (ayer, además de empleados de la compañía Tepco, la propietaria de la central de Fukushima, también participaron bomberos y efectivos de las Fuerzas de Autodefensa, ese simpático invento del Japón diseñado por el general McArthur al terminar la guerra). Unaccidente de cuatro en la escala internacional es aquel que tiene “consecuencias locales”. Los de cinco son aquellos de “consecuencias amplias”.
Otra paradoja de la jornada fue que un japonés advirtiese ayer a su país en el nombre de la comunidad internacional. El secretario general de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yuriya Amano, viajó desde Viena a Tokio para entrevistarse con Naoto Kan (no hubo, sin embargo, visita al perímetro de la central de Fukushima, donde otros japoneses se están sacrificando por la nación). Yuriya Amano apremió al Gobierno nipón para que intensifique la extinción de las fugas porque “esto es una carrera contra reloj”.
Ayer, la aviación militar actuó con más intensidad que en su debut del jueves, arrojando cincuenta toneladas de agua del mar en cuarenta minutos, mientras que seis vehículos especiales del cuerpo de bomberos (uno de ellos cedido por Estados Unidos) empezaron el dispositivo que permitirá lanzar agua sobre los reactores averiados. El humo blanco que desprendió el reactor número 2 de la central hizo temer que hubiese una mayor fuga radiactiva, presagio que no se cumplió según el parte de la Tepco, en cuyo resumen de la jornada se mencionó una “ligera disminución” de la radiactividad.
Entre tanto, un día más, los ciudadanos japoneses siguen mostrando un estoicismo inimaginable en países miembros del club de los ricos. Ni siquiera la perspectiva de un puente –el lunes es festivo– provocó escenas de éxodos tumultuosos al sur. Tokio aguanta, a media luz pero aguanta. Y el viajero que llega a Osaka, la segunda ciudad del país, sólo verá ese litoral industrial a la vieja usanza: un muestrario de chimeneas, hangares, naves industriales y silos de cemento. Apenas mascarillas, a diferencia de muchos periodistas occidentales.
En cierta manera, los muertos del terremoto y el tsunami son japoneses, mientras que los que pueda provocar la fuga nuclear, esos ya serán de todos, del mundo global. De momento, el desequilibrio es tremendo. El balance difundido ayer certifica 6.911 muertos por el seísmo y el tsunami, un récord en la historia del Japón de la posguerra, superando al terremoto de Kobe de 1995, cuando perdieron la vida 6.403 personas.
Pese a la conformidad popular, el primer ministro Naoto Kan repitió en su comparecencia nocturna ante las cámaras los tonos patrióticos de quien arenga a las tropas antes de la batalla de Trafalgar. “La situación es muy grave –dijo–. Estamos sometidos a una gran prueba y no dejaremos que el pesimismo nos venza. Vamos a crear un nuevo Japón”. Otra frase trampa del momento incierto que vive el país. ¿Es que acaso puede desaparecer?

jueves, 17 de marzo de 2011

Sin futuro, aspiración de Enrique Peñalosa a la alcaldía de Bogotá

Por Juan Carlos Martinez el 7 de Marzo 2011 1:30 PM


No ha corrido con suerte el nombre del ex alcalde de la maltratada Bogotá, Enrique Peñalosa, en los diferentes partidos y movimientos políticos que a medida que se acerca la fecha de las inscripciones su nombre despierta, como decimos en el Huila, el 'chai', es decir, el rechazo a su nombre
¡Ah! claro, con la excepción del twitero ex presidente Álvaro Uribe Vélez, cada vez más protagónico auto ungido como jefe de los partidos políticos para seleccionar los candidatos a las elecciones territoriales del último domingo de octubre próximo.
Nadie duda de las virtudes académicas y de gestión del señor Peñalosa. Y tampoco Bogotá puede de la noche a la mañana olvidar que su alcaldía dejó grandes obras civiles plasmadas en amplias avenidas, transmilenio, entre otros logros. 
Pero también 10 años después una carga cercana de 60 mil millones de pesos anuales que debemos pagar los habitantes del distrito capital por mantenimiento de las fallidas tabletas por donde circulan los pesados y contaminadores articulados. 
Sí, no se nos puede olvidar, igualmente, los desastrosos y costosos hoy casi que desaparecidos bolardos que quebró a miles de comerciantes que aún no se han podido recuperar. 
A eso hay que agregarle que expresa una aversión casi que obsesiva al uso del auto particular. Aunque se muestre para las cámaras de televisión y el resto de medios de prensa en bicicleta, también, cuando fue alcalde, andaba en caravana de camionetas altamente consumidoras de gasolina y obviamente contaminantes y congestionadora de las vías por su tamaño que él mismo cuestiona pero que para los demás le impuso a la ciudad el mala fama del Pico y Placa, e impulso, vía consulta popular, el fracasado Día Sin carro. 
Su aspiración a la reelección por segunda vez al Palacio Liévano frente a la Plaza de Bolívar del centro de la capital colombiana, la tiene vuelta añicos no solo por lo antes mencionado sino por su estatura y estrato social para mirar a los demás, así haya expresado que se va a corregir para ser más humilde. 
El político es lo que es y no deja de serlo una vez elegido, si es que lo logra. 
Cómo creerle que va a rectificar lo que Samuel Moreno Rojas ha hecho y que tiene a los bogotanos descontentos si ya los electores lo conocen desafortunadamente no por sus aciertos sino por los errores del pasado que todavía se recuerdan hasta en los alumbrados navideños.
Peñalosa debería hacerse a un lado y no exponerse al hazmerreir electoral, inclusive, si es que consigue la mayoría de la votación para ganar los comicios del 28 de octubre, pues, como samuelito, su gobierno tendría que dedicarlo a defenderse de la oposición y del recorderis del relleno fluido para las losas del transmilenio por el afán de inaugurar obras inconclusas. 
El costo político electoral de los supuestos desaciertos lo está pagando caro el señor Peñalosa. 
Bogotá no lo quiere como su alcalde 2012-2015. 
En otro blog me ocuparé de los pre-aspirantes a la alcaldía de la capital de la República porque con los actuales, Bogotá no saldrá del atolladero en que se encuentra. 
No no no ni con Álvaro Uribe Vélez como eventualmente lo sugiere el embrión de candidato David Luna, que lo ve como su eventual rival.
Cómo le hace de falta al liberalismo (Peñalosa, Luna, Carlos Fernando Galán, Hernando Carvalho, quienes oficialmente han manifestado su intención de ser alcaldes de Bogotá, inclusive Uribe Vélez si es que se lanza pero insisto que no lo hará, son de origen liberal) un Ernesto Samper Pizano u Horacio Serpa Uribe que en sus mejores momentos llenaban y hacían vibrar los escenarios agitando el trapo rojo del partido para apoyar a sus copartidarios y a estas alturas de la contienda electoral promocionaban candidatos ganadores.

Varios países preparan la evacuación de Japón de sus ciudadanos


EE UU autoriza la salida de su personal.- Reino Unido, Francia, India, Colombia, México y España anuncian que tienen listos aviones para sacar del país a sus compatriotas por el riesgo nuclear

YOLANDA MONGE / AGENCIAS | Washington / Tokio 17/03/2011

DolorLas alertas internacionales por la crisis nuclear que amenaza Japón se disparan según pasan las horas y están provocando un éxodo de los extranjeros del país. Los gobiernos y las embajadas en Tokio de varios países europeos han recomendado a sus ciudadanos que abandonen la capital japonesa y el noroeste del país ante la situación de emergencia de la central de Fukushima, después del terremoto y el tsunami del viernes pasado. Muchas embajadas han comenzado hoy a organizar operativos para asistir a quienes deseen salir de Japón. Algunos gobiernos como los de EE UU, Reino Unido, Francia, Colombia, México y España han anunciado el envío de aviones a Tokio para repatriar a quienes quieran abandonar la capital voluntariamente, aunque sin llegar a hablar de una evacuación formal.
Huida

Estados Unidos ha autorizado la primera evacuación de su personal en Japón, lo que afecta a unas 600 personas, según ha informado el Departamento de Estado. La Administración de Barack Obama toma decisiones más drásticas a medida que pasan los días y la crisis nuclear se agudiza sin solución aparente a la vista. Primero fue la advertencia a sus ciudadanos de que se alejaran al menos 80 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima mientras que las autoridades japonesas situaban ese límite en sólo 20. Ahora es el envío de aviones para que quien lo desee pueda salir del país debido al alto nivel de radioactividad que existe en algunas zonas. El Pentágono también ha dado luz verde a los familiares de las tropas y de su personal destacado en Japón para que se vayan si lo desean y ha anunciado que va a trasladar a la zona un equipo de nueve especialistas en este tipo de crisis para asesorar al ejército japonés.
La alarma es cada vez mayor. El Departamento de Estado ha difundido una advertencia a sus ciudadanos para que eviten viajar a Japón y, para aquellos que viven allí y no pueden abandonar el país, les ha recomendado que viajen lo menos posible, que estén atentos a los cambios meteorológicos, sobre toda la dirección del viento, antes de salir de casa. Los ciudadanos norteamericanos que viven en el sur corren menos riesgo, pero de nuevo, el viento será determinante en cómo evoluciona la situación, ha informado Patrick Kennedy, alto cargo del Departamento. La secretaria de Estado norteamericana, de viaje por el norte de África, ha asegurado que Estados Unidos está analizando la situación en Japón "minuto a minuto". "Estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para ayudar a los japoneses y sus heroicos esfuerzos para lidiar con este desastre", ha dicho Clinton.
Agua potable
El presidente Barack Obama se ha reunido esta tarde con el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, con motivo de la festividad de San Patricio. Obama no ha contestado preguntas antes del encuentro pero ha indicado que hará declaraciones sobre Japón en unas horas.
España ha preparado también un plan ante una posible evacuación. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha subrayado que se sacará del país a cualquier español que quiera salir y tenga dificultades para hacerlo. Para ello, el Gobierno tiene preparados aviones a la espera de la orden para emprender el vuelo a Tokio. Jimenez ha asegurado que no se ha localizado a ningún español en un radio de cien kilómetros de Fukushima, en el perímetro de riesgo.
Reino Unido ha dicho que va a fletar vuelos de Tokio a Hong Kong por unos 700 euros para los ciudadanos británicos. Además, quienes hayan resultado afectados directamente por el tsunami podrán viajar gratis. El embajador francés en Tokio, Philippe Faure, ha cifrado en medio millar el número de franceses que saldrán a lo largo de hoy, más otros 700 mañana, en dos vuelos especiales de Air France. "Teniendo en cuenta la posible evolución de la situación, se recomienda a los franceses en Tokio que abandonen la región hacia el sur del país o hacia Francia", informa el ministerio en su página web. India también ha puesto un Boeing con capacidad para 423 pasajeros a disposición de sus compatriotas que quieran retornar.
Carretera entre destrozos
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán ha instado a sus ciudadanos residentes en el área metropolitana de Tokio a que abandonen la capital nipona ante el riesgo de una catástrofe nuclear. "Exteriores recomienda a todos los alemanes en la región de Fukushima y en la zona de Tokio-Yokohama que se trasladen a Osaka o, a través de esta ciudad, al extranjero", señala un comunicado oficial en la página web del ministerio
El Gobierno nipón, no obstante, asegura que no hay planes de ampliar el área de evacuación más allá del radio establecido de 20 kilómetros de la planta de Fukushima. El ministro portavoz, Yukio Edano, señaló que Japón "entiende" la recomendación de EEU U de que sus ciudadanos en un radio de 80 kilómetros de la central abandonen la zona, pero insistió en que por ahora el Gobierno no considera necesario ampliar el perímetro. Cerca de 200.000 personas fueron evacuadas los días pasados en un perímetro de 20 kilómetros en torno a la central de Fukushima, mientas a aquellas entre 20 y 30 kilómetros se les ha recomendado no salir de sus casas, cerrar las ventanas y no encender el aire acondicionado.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Exagerado hablar de proporciones apocalípticas en Fukushima

Investigadores de la UNAM coinciden en señalar que el terremoto puso a prueba a la industria nuclear japonesa, en donde 28 reactores de 54 que tiene Japón, estuvieron sometidos al terremoto y únicamente, tres quedaron seriamente dañados pero quererlo comparar con Chernobyl es aprovechar este accidente con motivos políticos.

Japón fue advertido sobre riesgo nuclear según cables de WikiLeaks


Por Miguel Jorge | 16 de Marzo de 2011, 13:15
Ayer comentábamos el cable de WikiLeaks que venía a mostrar las críticas hacia el programa nuclear japonés.The Guardian lanzaba el cable de la embajada estadounidense en Japón donde Taro Kono, miembro de la Cámara Baja nipona, criticaba las actividades de energía nuclear en Japón. Hoy, a través del diario Telegraph, se lanza otro cable de la organización donde un funcionario y experto de la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) habría comunicado en el 2008 que las normas de seguridad estaban totalmente fuera de fecha y que un posible seísmo pondría en serios aprietos a las centrales eléctrica nucleares. Tal y como muestra el cable, en ese momento y tras es el comunicado, el gobierno japonés se comprometió a mejorar la seguridad en todas sus plantas nucleares.
A pesar de que Japón respondió a las advertencias de la IAEA con la construcción de un centro de respuesta de emergencia en la planta de Fukushima, un dato resulta revelador: el centro fue diseñado para soportar únicamente temblores de magnitud 7,0. El devastador seísmo del viernes tuvo cerca de 9.
Las advertencias sobre la seguridad de las centrales nucleares en Japón, uno de los países con más movimientos de la tierra en activo en el mundo, se plantearon durante una reunión de Seguridad Nuclear del G-8 y el Grupo de Seguridad en el año 2008 en Tokio. Mismo momento en que el cable cita al experto de la IAEA, quién expresó su preocupación sobre la manera de proteger las estaciones de energía nuclear de los terremotos la cual sólo había sido actualizada tres veces en los últimos 35 años. En el cable se afirma que:
El funcionario explicó que las guías de seguridad para la seguridad sísmica sólo se habían revisado tres veces en los últimos 35 años y que la OIEA volvería a examinarlas. Además, el experto señaló los recientes terremotos donde se habían superado la base de diseño de algunas centrales nucleares, y que esto es un problema grave que está dirigiendo el trabajo de seguridad sísmica.”
No sólo eso, los cables también revelan cómo el gobierno japonés se opuso a una orden judicial de cerrar otra planta de energía nuclear en el oeste de Japón debido a las preocupaciones de que no podía soportar terremotos de gran alcance. El tribunal dictaminó en ese momento que existía la posibilidad de exposición de radiación en la población local, ya que la planta fue construída fuera de las especificaciones de fecha y sólo podía soportar una magnitud de 6,5.
Otro cable de marzo de 2006 informó que las preocupaciones de la corte no fueron compartidas por la agencia del país la seguridad nuclear:
Japón y la Agencia de Seguridad Industrial creen que el reactor es seguro y que todos los análisis de seguridad se llevaron a cabo apropiadamente.”
El Gobierno anuló la resolución con éxito en 2009.
En resumen, el cable que ha visto la luz hoy arroja más sombras que luces a los datos aportados ayer. Si los cables son ciertos, todo indica que el gobierno japonés no mantuvo los niveles mínimos de seguridad aún siendo advertida por la propia OIEA, el organismo encargado de regular y adoptar las medidas necesarias, estableciendo normas de seguridad nuclear y protección ambiental. Un desastre que ahora posiblemente se este pagando.

martes, 15 de marzo de 2011

EL ACOSO SEXUAL COMO CONDUCTA DELICTIVA EN COLOMBIA


Mediante el artículo 29 de la Ley 1257 de 4 de diciembre de 2008, se tipificó en Colombia la conducta de acoso sexual, la que fue incluida dentro del Titulo IV, Capítulo Segundo del Código Penal, como un acto sexual abusivo, configurando el artículo 210 A. La conducta delictiva consiste específicamente en:
El que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos, a otra persona, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años”.
Esta hipótesis delictiva nos muestra un sujeto activo indeterminado, aunque, en concreto se trata de una persona que ostente poder derivado de una autoridad, de la condición sexual, de la posición laboral, social, familiar o económica, lo que en principio nos muestra una cualificación de hecho. Debemos anotar, además, que la persona que se encuentra en plano de igualdad o “inferioridad” derivada de las condiciones anotadas, con relación a la victima, no puede ser autor de acoso sexual, sin embargo, puede llegar a cometer constreñimiento ilegal.      
El sujeto pasivo se muestra  igualmente  indeterminado, aunque de hecho, debe tratarse de una persona que se encuentre en una situación de inferioridad derivada de la edad, del sexo, posición laboral, social o económica. De no ser así, en nuestro concepto, la conducta no sería típica.
La conducta delictiva está enmarcada por los siguientes verbos rectores:
Acosar, perseguir, hostigar, asediar física o verbalmente.

Acosar, conforme al Diccionario de la Real Academia Española significa: Perseguir, apremiar, importunar a alguien con molestias o requerimientos; perseguir sin darle tregua ni reposo, a un animal o  a una persona.
Perseguir, conforme al Diccionario de la Real Academia Española significa: Seguir o buscar a alguien en todas partes con frecuencia e importunidad; tratar de conseguir o alcanzar algo, solicitar o pretender con frecuencia, instancia o molestia.
Hostigar, conforme al Diccionario de la Real Academia Española significa: Molestar a alguien o burlarse de él insistentemente; incitar con insistencia a alguien para que haga algo.
Asediar, conforme al Diccionario de la Real Academia Española significa: Importunar a alguien sin descanso con pretensiones.

Estos verbos rectores o hipótesis delictivas deben actualizarse bajo la condición psíquica sexual, es decir, se requiere fin lúbrico y la ausencia del consentimiento de la otra persona. Podemos observar que los núcleos rectores de la conducta son, en su gran mayoría, sinónimos, y pueden ejecutarse mediante acción física o verbal.  

La conducta del acoso sexual nos enfrenta a grandes complicaciones de tipo dogmático, pues es muy difícil deslindar la conducta acosadora del sano e indiscutible derecho del enamoramiento o galanteo. Los límites se encuentran en el uso de una posición de poder con la intención netamente sexual. Esto en apariencia puede resultar fácil, pero en la realidad podría entenderse como la negación del derecho a enamorar que tiene o puede llegar a tener una persona que ostente una relación de poder con respecto de otra que no lo tiene, o que se encuentra subordinada. Puede entenderse la tipificación del acoso sexual, como el bloqueo definitivo al galanteo entre desiguales enrolados dentro de una relación de poder. La exigencia de la finalidad sexual no muestra una real solución, entendiendo que no puede ser delito, como lo hemos dicho, el enamorar con una esperanza o intención sexual.

Lo realmente reprochable, y lo que puede ser el limite entre el libre enamoramiento y el acoso, lo constituye la poca posibilidad de resistir o negarse a las pretensiones sexuales, es decir, lo imposibilidad de una resistencia seria del sujeto pasivo, sin consecuencias negativas, dada la relación de poder existente, derivada, como se dijo, por relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica. Además, la actividad acosadora debe entenderse, para ser punible, como intimidatoria, hostil, agresiva, con capacidad de constituir una intromisión en la dignidad humana, es decir, el sujeto pasivo de la conducta en estudio, debe ser tratado como algo, como una cosa o un objeto, inadvirtiendo su capacidad espiritual, y desatendiendo los postulados loables del amor.   

Antes de la tipificación especifica de este supuesto delictivo, las conductas de acoso sexual eran encuadradas, genéricamente, en un delito contra la autonomía personal, esto es, el constreñimiento ilegal, consagrado en el artículo 182 del Código penal, que expresa:

“El que fuera de los casos especialmente previstos como delito, constriña a otro a hacer, tolerar, u omitir alguna cosa, incurrirá en prisión de uno a dos años” (Lo resaltado no lo es en el texto)
Dicha conducta consagra, además, circunstancias de agravación, en el artículo 183, numerales 2 y 3, consistentes en: “(…) 2.Cuando el agente sea integrante de la familia de la victima. 3. Cuando el agente abuse de superioridad docente, laboral o similar…” 

Este tipo penal, como se aprecia de su estructura, es de naturaleza subsidiaria, por lo que ahora, en vigencia de la ley 1257 de 2008, que consagro el delito de acoso sexual, su aplicación, para este caso, es inadecuada.

La conducta de acoso sexual, fue abordada, en apariencia, desde el plano de la jurisdicción laboral, mediante la ley 1010 del 23 de enero de 2006, que la consagro como una de loas modalidades de acoso laboral, en su artículo 2º,  veamos:

“Definición y modalidades de acoso laboral. Para efectos de la presente ley se entenderá por acoso laboral toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo.

En el contexto del inciso primero de este artículo, el acoso laboral puede darse, entre otras, bajo las siguientes modalidades generales: 1. Maltrato laboral. Todo acto de violencia contra la integridad física o moral, la libertad física o sexual y los bienes de quien se desempeñe como empleado o trabajador; toda expresión verbal injuriosa o ultrajante que lesione la integridad moral o los derechos a la intimidad y al buen nombre de quienes participen en una relación de trabajo de tipo laboral o todo comportamiento tendiente a menoscabar la autoestima y la dignidad de quien participe en una relación de trabajo de tipo laboral…” (Lo resaltado no lo es en el texto)

La diferencia fundamental, entre el acoso laboral mediante violencia sexual, y el acoso sexual, radica fundamentalmente en la intención del actor, pues, el acoso laboral exige la finalidad de infundir o lograr en el empleado: miedo, intimidación, terror, angustia, terror, perjuicio laboral, desmotivación o inducir a la renuncia, mientras que, en el acoso sexual, exige una finalidad eminentemente sexual, además, el acoso laboral puede generarse desde un superior, un compañero, o un subalterno, mientras que, como se dijo antes, el acoso sexual sólo lo puede cometer un superior dentro de la relación de poder. 

Ahora bien, como se anoto, pensamos que el tipo penal de acoso sexual deja la puerta abierta para las injusticias, pues, la redacción brinda la posibilidad de encuadrar conductas socialmente adecuadas y aceptadas, dentro de este marco delictual. Lo anterior rompe con la función de garantía que tienen la norma penal, en el sentido, que deben redactarse con la mayor claridad y precisión, para efectos que la sociedad tenga diafanamente establecidos los alcances y límites de la hipótesis normativa que genera reproche penal. Creemos, salvo mejor opinión, que esta norma, por ser demasiado general, configura una defectuosa técnica legislativa.     

Además de lo anterior, el Estado debe procurar por la mínima utilización del ius puniendi, es decir, propugnar por un derecho penal mínimo, sólo justificable ante conductas de gravedad extrema. Las infracciones éticas o religiosas no pueden ser confundidas con delitos. Al respecto LUIGI FERRAJOLI, en su obra Derecho y Razón, citada por JUAN CAMILO CORDOBA ESCAMILLA, en el articulo: “Por qué decir no a la penalización de la dosis mínima de estupefacientes” de la obra: Estudios Penales, Homenaje al maestro Bernardo Gaitan Mahecha, editorial Legis, apunto: “No todos los pecados deben ser prohibidos, ya que no es tarea del derecho sancionar o imponer la moral. Esta tesis encuentra en los principios de exterioridad de los actos susceptibles de prohibición y de reserva de los actos internos al dominio específico y exclusivo de la moral sus dos corolarios más relevantes política y éticamente. De hecho, si la valoración de la interioridad de la moral y la autonomía de la conciencia es el rasgo distintivo de la ética laica moderna, la reivindicación de la absoluta licitud jurídica de los actos internos y, aún más,  de un derecho natural a la inmoralidad es quizá el principio mas auténticamente revolucionario del liberalismo moderno…”. Debemos aclarar que no consideramos exagerada la tipificación de la conducta de acoso sexual, en la medida que se vulnere, de manera real, el bien jurídico de la libertad sexual, lo realmente preocupante, se insiste, es la redacción exagerada, por lo amplia de la conducta, pues incluye la posibilidad de pena, para el enamoramiento. Consideramos que no toda persecución, hostigamiento o acoso, pueden ser considerados delito, aunque no medie consentimiento, sobre todo cuando se constituyen en estrategias para lograr un loable fin romántico, de hecho, no en pocos caos las relaciones de tipo amoroso, en nuestra sociedad, nacen de la perseverancia del enamorado. La tipificación de esta conducta, llega al punto de limitar el derecho a enamorarse y a manifestar con libertad los sentimientos. Nos referimos, por supuesto, el enamoramiento que surge de la condición expuesta en el tipo penal, es decir, en el que medie una condición de poder, derivado de las relaciones de autoridad, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica. Por ejemplo, seria prohibido o reprochable penalmente, que el jefe se enamore y así lo declare, de su subordinada, o, la profesora con su alumno, o, incluso, el rico con el pobre, o el mayor al menor con respecto a la edad. Cuando en la realidad social, vemos este tipo de relaciones como pan de cada día. Se aclara, que nos referimos a la manifestación de estos sentimientos, mediante alguna de las conductas tipificadas, porque, insistimos, no consideramos delictiva las acciones licitas, tendientes a lograr un fin romántico, lo que incluye el sexual. Conforme la nueva delincuencia, la persona que enamora insistentemente, en las condiciones de superioridad citadas, puede obtener el cielo que le brinda la aceptación del amor, o, el infierno de una investigación penal por acoso sexual.  
Fuente: ENRIQUE DEL RIO GONZALEZ