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lunes, 31 de enero de 2011

Lo bueno, lo malo y lo feo de Enrique Peñalosa


Si algo sorprende de Enrique Peñalosa Londoño es el contraste entre su gran incoherencia política, su capacidad gerencial, su compromiso con el urbanismo social y su maltrecha imagen como candidato. Las volteretas que ha dado entre partidos, alianzas y coaliciones políticas han despertado inquietud en su electorado. Esta falta de carácter ha transmitido el mensaje de que es un líder susceptible al oportunismo y a las componendas.

¿Pregunta? Con lo que ha costado el cambio de losas (peñalosas) de TM (transmilenio), $51.319 Millones de pesos, que se dejo de atender?


1. ¿A cuantos niños que mueren de hambre no se les dio alimento con los $51.319 millones del costo de la reposición de las losas de TM? Cuantos niños que mueren de hambre en Colombia pudimos alimentar?

En Colombia los niños todavía mueren por hambre


2. ¿A cuantos niños no se les dio medicina con los $51.319 millones del costo de la reposición de las losas de TM?

Niños mueren de sida por falta de medicinas

3. ¿Cuentos policías nuevos no se colocaron en Bogotá con los $51.319 millones que ha costado la reposición de las losas de transmilenio?


4. De las 41.750 losas que conforman las dos vías, 6.800 han sido reemplazadas.

"Yo puedo sacar a Bogotá del hueco negro"

ENTREVISTADavid Luna es el primer candidato oficial -por el Partido Liberal- para la Alcaldía de Bogotá. En diálogo con SEMANA habla sobre la crisis de la ciudad, sus cuentas para ganar y su relación con su ex jefe y ahora competidor Enrique Peñalosa.
Sábado 22 Enero 2011

David Luna, del Partido Liberal, le madrugó a la campaña por la Alcaldía de Bogotá. Dice que mientras sus posibles competidores  se pelean entre sí, él está dedicado a armar sus cuadros, sus propuestas y su visión de ciudad. SEMANA: El Partido Liberal es débil en Bogotá, usted no es conocido y hay muchos candidatos. ¿Por qué cree que puede ganar?


David Luna:
Porque mi propuesta está basada en la necesidad de reconstruir a Bogotá. A esta generación le llegó el momento de demostrar que hace una política diferente y que puede construir. De una vez aclaro que no me lanzo para que me conozcan para dentro de cuatro años: me lanzo para ganar.

SEMANA: Varios candidatos jóvenes -Carlos Fernando Galán, Gina Parody- dirían lo mismo. ¿En qué se diferencia usted de ellos?

D.L.: Los bogotanos están cansados de los alcaldes responsables de la situación actual y están buscando nuevos aires. ¿Qué me diferencia de los otros jóvenes? La experiencia y la trayectoria: llevo 16 años dedicado a esta ciudad y he entendido los errores y los aciertos de los últimos cinco alcaldes.

SEMANA: ¿No es un error enfrentarse a Peñalosa, su ex jefe, a quien muchos ven como la mejor opción para recuperar la ciudad?

D.L.:
Es la hora de demostrar que el alumno puede superar al maestro. Además, entre ellos y yo existe una gran diferencia: tengo una visión de futuro. Todas las personas menores de 25 años nacieron con TransMilenio, andenes, ciclorrutas, parques, y, con justa razón, al ver a Bogotá en un agujero negro, sienten que necesitamos pasar la página y tener nuevas propuestas para una Bogotá moderna.

SEMANA: Ningún partido puede elegir al Alcalde sin coaliciones o consultas. ¿Con quién está dispuesto a hacer alianzas?

D.L.:
Bienvenidas las alianzas siempre y cuando tengamos los mismos principios éticos y estemos dispuestos a trabajar para reconstruir a Bogotá. Nuestro aliado natural es Cambio Radical, pero vamos a hacer todos los esfuerzos para que haya una 'unidad distrital' en Bogotá junto con La U y los conservadores. Es muy probable que haya consultas interpartidistas, pero eso no quiere decir que yo no vaya hasta el final. Láncese quien se lance, voy a dar la pelea.

SEMANA: ¿Iría a una consulta con los verdes?

D.L.: No. Con los verdes hay distancias. Siempre le hice oposición al alcalde Garzón y mal haría en terminar del mismo lado. Por esa misma razón, yo no hice parte del partido cuando lo estaban conformando.

SEMANA: ¿Cuál es su diagnóstico sobre Bogotá?

D.L.: Estamos aterrados con la tragedia del invierno, pero la tragedia de Bogotá es aún más complicada. Lo que ha vivido Bogotá tiene proporciones similares a las del huracán Katrina en Estados Unidos. Hace falta una gerencia eficiente y decente. No tenemos control del tráfico, perdimos la cultura ciudadana y necesitamos recuperar el principio de autoridad. La corrupción nos tiene en un agujero negro. No solo en la contratación de las obras públicas, sino también para conseguir el cupo escolar, el cupo de taxi y el subsidio de vivienda. La institucionalidad de Bogotá está en coma. Hay que darle respiración o de lo contrario se va a morir.

SEMANA: ¿Cómo piensa convencer al electorado de que usted puede recuperar la ciudad?

D.L.: Uno no puede pensar que porque la ciudad se la van a entregar hecha pedazos ya todo está perdido. Hay soluciones fáciles a problemas grandes. En el tema del tráfico podemos empezar por cosas tan sencillas como pintar los cruces, las cebras y los carriles. No podemos seguir restringiendo la movilidad de los ciudadanos. El parque automotor de Bogotá se va a duplicar en los próximos cinco años y para eso necesitamos infraestructura, un sistema de transporte integrado y un sistema de control inteligente de tráfico. También hay que afrontar los problemas de seguridad. Tenemos el índice más alto de homicidios de los últimos 30 años, casi 26 homicidios por cada 100.000 habitantes. El microtráfico se está tomando los barrios. Hay que fortalecer a la Policía y darle prioridad a la educación; tenemos que insistir en la jornada única para que los niños estén todo el día en los colegios, lejos de las pandillas.

SEMANA: A través de sus recorridos ha podido escuchar a los ciudadanos. ¿Cuál es la principal preocupación que tienen?

D.L.: Los tiene aterrados el tema de seguridad, que los atraquen en la calle, que les roben el celular. Hicimos una encuesta y los resultados validan esto porque el tema más preocupante resultó ser la seguridad, luego la movilidad y, tercero, la educación. La corrupción está muy cerca.

SEMANA:¿Hay que generar más impuestos para financiar tantos programas?

D.L.: Los impuestos que pagan los bogotanos son suficientes, pero la gran mayoría se pierden o se los roban. La estructura fiscal de Bogotá era sólida, pero hoy tiene dos problemas fuertes: el canibalismo tributario de los municipios vecinos que obligan a muchos empresarios a irse y los sobrecostos de las obras. Por primera vez en la historia tuvimos déficit de 600.000 millones de pesos por las obras de la 26 y la carrera décima.

SEMANA: El tema del metro es obligatorio en esta campaña. ¿Qué posición tiene?

D.L.: Hay que hacer un metro, pero bien hecho. No debe ir por el oriente sino por el occidente, donde hay una mayor cantidad de pasajeros. El metro es un componente más, pero no el único.

SEMANA: Con su perfil tan cachaco, de saco y chaqueta, ¿cómo lo reciben en los barrios?

D.L.: El tema es de personalidad. Hay que sentarse a oír a la gente, hablar con ella y ser honesto. Les digo que prefiero perder la elección antes que comprometerme a hacer algo que no puedo cumplir. No soy populista.

Fuente: http://www.semana.com/noticias-nacion/puedo-sacar-bogota-del-hueco-negro/150533.aspx

Autor: Revista semana.

Mockus y el salto de la liebre. [Enrique Peñalosa]

María Elvira Samper CAYÓ COMO UN ROCKET ENTRE LOS verdes la noticia de un posible apoyo del expresidente Uribe a la candidatura de Enrique Peñalosa.

Los dejó fuera de base y por eso Mockus, quien tras la derrota en las presidenciales había estado al margen, desentendido de sus responsabilidades de liderazgo, saltó como una liebre y anunció no sólo una eventual candidatura suya, sino la posibilidad de un tercero en la liza. Este anuncio, sumado a posteriores declaraciones en el sentido de que el espaldarazo de Uribe “podría ser útil e incluso ayudar a ganar las elecciones”, pero también todo lo contrario, lo convirtieron en blanco de críticas por su falta de coherencia. Al fin y al cabo, aunque no estaba escrito, existía un acuerdo: si él era escogido como candidato a la Presidencia, Peñalosa tendría el camino despejado para la candidatura a la Alcaldía de Bogotá (Lucho Garzón siempre dijo que no aspiraba).

Mockus rompió ese acuerdo no escrito en piedra. Tal vez considera legítimas sus aspiraciones porque sabe lo que representa su nombre para la ola verde y porque cree que una alianza verdiuribista no sería coherente con el discurso que conquistó a más de tres y medio millones de personas en las pasadas elecciones presidenciales: el discurso contra la cultura del atajo, contra el “todo vale”, la corrupción, el clientelismo y la politiquería, que fueron la marca de fábrica del “uribato”, sobre todo en el segundo período. Mockus no quiere que su partido adquiera deudas con el uribismo. No le falta razón. El problema es que se anticipó a los acontecimientos y que la forma de tramitar su desacuerdo, en público y al margen de sus coequiperos, creó confusión y dejó al desnudo las diferencias internas y la frágil organización verde.

Que haya afinidades entre Uribe y Peñalosa es como decir que el agua moja, pero Mockus cayó en la trampa de hacer eco a los coqueteos de algunos uribistas al candidato y encasquilló a sus copartidarios en una discusión inútil. Enredarse en si sirve o no ese apoyo es un desperdicio de energía y de tiempo en momentos en que Peñalosa, que asegura estar firme y sentirse supercómodo con los verdes (no puede dar una voltereta más), aparece como el mejor ranqueado. Además, el debate es inane no sólo porque el uribismo no ha renunciado a tener candidato propio y no parece lógico que lo haga siendo la mayor fuerza política de la capital, sino porque es prematuro descartar de un plumazo la candidatura del expresidente, no importa que hoy él diga que no juega. Pasó lo mismo con la reelección.

Por otra parte, no hay que olvidar que el apoyo de Uribe a Peñalosa en las elecciones de 2008 frente a Samuel Moreno fue como el abrazo del oso. Si eso pasó cuando no era ex y tenía todo el poder, ¿por qué debería ser diferente ahora, sobre todo cuando cada día que pasa se ven más las costuras y las miserias de su gobierno y la mugre que barrió debajo de la alfombra? Los uribistas están sobreestimando el poder del expresidente. También el propio Uribe. Y los verdes. Pero, además, todos subestiman el hecho de que en Bogotá el voto independiente de ataduras partidistas tiene mucha fuerza.

Los verdes deben ganar terreno, no perderlo en debates que los distraen de lo importante. Flaco favor hace Mockus con su renovada aspiración, no importa el motivo. Las alianzas vendrán después y se darán por añadidura si Peñalosa, con el apoyo del liderazgo ético de Mockus y la impronta social de Lucho, logra conquistar a una ciudadanía que sufre los desastres de una administración signada por la corrupción. A propósito, ¿cuál es el proyecto de ciudad de los verdes?

Fuente: Texto:

http://www.elespectador.com/impreso/columna-246527-mockus-y-el-salto-de-liebre

Fuente imagen: http://augusta63.blogspot.com/2009_09_01_archive.html

Por: María Elvira Samper

Fiscalía llama a indagatoria al Contralor



Debido a las denuncias por un supuesto cartel de la contratación, ayer un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia llamó a interrogatorio al Contralor de Bogotá, Miguel Ángel Moralesrussi.

Simultáneamente, el concejal Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical, quien ha ejercido control político acerca del supuesto cartel, denunció que hay una nueva modalidad para ganarse licitaciones: “Estamos frente a lo que podría ser una nueva especialización en crear entidades, todas con relaciones entre sí, sólo para ganarse contratos y concentrarlos en pocas personas”.

Moralesrussi resultó salpicado en una grabación revelada por Caracol Radio en la que el representante bogotano Germán Olano, del Partido Liberal, le estaría explicando a Miguel Nule la molestia del contralor por el incumplimiento del pago de una suma de dinero.

En su decisión, la Fiscalía también llamó a interrogatorio a María Clemencia Cantini, ex funcionaria del IDU, y los contratistas José Jairo Aragón, Marta Julieta Gómez, Manuel Pastrana y Jairo Aragón.

El alcalde Samuel Moreno ha negado la existencia de un cartel de contratación en Bogotá, señalando que desde las alcaldías de Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón “hay unas firmas” de contratistas “que se repiten” al ganar contratos, pero que “eso no se puede llamar el cartel de la contratación”.

“Los procesos de contratación de esta Administración han cumplido con toda la rigurosidad que la ley exige”, ha señalado Moreno.


Recientemente, Dinero reveló que Tapia tendría cuotas burocráticas en el Distrito gracias a su cercanía con el senador Iván Moreno, a quien habría ayudado en su campaña al Senado, en Córdoba. Otros medios han mencionado presuntos vínculos de Tapia con algunas firmas que realizan obras en la ciudad.

Fuente: El Nuevo Siglo
Jueves, 09 de Septiembre de 2010 00:00

Bogotá, quince años en obras de reparación de losas de TransMilenio


El gasto en losas dañadas de Autonorte y Caracas, equivaldría a la mitad de la troncal de la 7a. Enrique Peñalosa

Obras Caracas con calle 72Bogotá acaba de conmemorar 15 años del sistema TransMilenio con una carga a cuestas: el daño de las losas de las troncales Caracas y Autonorte, por fallas en la estructura que las soporta y que hasta hoy le ha costado a la ciudad 51.319 millones de pesos.

Enrique Peñalosa
Desde el inicio fallaron las losas 

La cifra no es de poca monta: alcanzaría para financiar más de la mitad de la troncal de la carrera 7a. (su costo está calculado en 84 mil millones de pesos) o para pagar durante un año la educación gratuita de 30 mil estudiantes de los colegios públicos (se invierte 1'681.000 pesos en cada uno).
El daño no es solo económico, teniendo en cuenta que, hasta la fecha, esa plata ha salido de los bolsillos de los contribuyentes, porque los procesos por las fallas en la construcción siguen en los estrados judiciales.
Las repercusiones de vivir en obra han sido particularmente dramáticas para la movilidad. Las dos troncales con cierres permanentes -actualmente hay al menos ocho frentes de reparación- impactan la vida cotidiana de unos 700 mil usuarios de TransMilenio en esas troncales, que deben soportar, con impotencia, los cierres de las estaciones y los desvíos que hace el sistema para esquivar losas dañadas o en reparación.
Un impacto grande lo han tenido que enfrentar los conductores de taxis y carros particulares, porque los carriles de tráfico mixto se usan para permitir el tránsito de los buses rojos, mientras se hacen las reparaciones.

En la Autonorte, en promedio, circulan en hora pico 5.900 vehículos en sentido norte-sur y 4.485, en sentido sur- norte, mientras en la Caracas, se movilizan 1.388 hacia el sur y 666, hacia el norte. En el momento menos esperado, encuentran las mallas verdes, que indican un cierre por reparación de losas. "¡Otra losa dañada!", exclamó el viernes el pasajero de un colectivo que pasaba por la calle 45 con Caracas, donde esta semana se hizo un nuevo cierre.

“Una de cada seis losas instaladas en las dos troncales ha tenido que ser reemplazada por deterioro o fractura antes de cumplir su vida útil, calculada en 20 años.”

De las 41.750 losas que conforman las dos vías, 6.800 han sido reemplazadas.
Y los trabajos no paran ni van a parar en 10 años.
De hecho, se está cumpliendo un diagnóstico de la Universidad Nacional, que en el 2005 anticipó que al finalizar los 20 años de vida útil de esas troncales se habrá reemplazado el 60 por ciento de las losas. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) confirmó que vamos en el 16 por ciento.
Según los registros de la entidad, el deterioro de la troncal Caracas ha sido el más severo: de las 16.997 losas que la conforman han sido reemplazadas 3.518. En la Autonorte, donde se instalaron más losas (24.753), han reparado 3.282.
El IDU asegura que las losas arregladas no se han vuelto a fracturar. Cuando hay un daño, se retira la base de relleno fluido, se vuelve a reconstruir y finalmente se instalan las nuevas losas.
Pero tiene firmados contratos hasta el 2012, porque en cualquier momento se fractura una de las 34.950 que no han sido reparadas. "Nos toca seguir haciendo reparaciones cada vez que se dañe una losa", reconoció un funcionario del área de Infraestructura.

¿Por qué se rompen las losas?
En el 2005, estudios en los que participaron universida- des como Andes, Javeriana y Nacional y el experto iraquí Jamshid Armaghani (traído por el IDU) dijeron que las losas se rompen por fallas en la estructura que les sirve de base y problemas de drenaje. El relleno fluido que se utilizó resultó alta- mente erodable y combina- do con el agua y el tráfico pesado produce un fenóme- no de bombeo que lleva a la fractura de las losas. Los responsables de suministrar el relleno han dicho que el problema fue de diseños. El pleito sigue sin resolverse.
Las losas en cifras
vamos en 51.319 millones de pesos en reparaciones
6.800, el número de losas que han sido reemplazadas en las troncales de la Caracas y la Autopista Norte, porque se fracturaron.
24.299, los millones de pesos en mantenimiento que ha tenido que invertir el Distrito en la troncal de la Autopista Norte.
27.019, millones de pesos invertidos en reparar losas fracturadas antes de cumplir la vida útil en la troncal de la avenida Caracas.
700.000, los usuarios de TransMilenio de las dos troncales, que deben soportar con paciencia los desvíos que producen las obras de reparación.
Yolanda Gómez
Subeditora de Bogotá